Es más, felices o no felices vas a encontrar en todos los estados civiles y entre hombres o mujeres.
Quien se quiera casar, o mantenerse soltero, o enviudar o divorciarse para sentirse feliz, se equivoca totalmente. Uno puede sentirse bien y cómodo en cualquier estado.
Se trata de lo que haces con tu vida, de cómo resultas un ser humano útil, de cómo te desenvuelves en el mundo; no se trata de quién esté o no esté a tu lado.
Los demás pueden perturbar o contribuir a nuestro bienestar pero no nos trascienden, no superan nuestras posibilidades personales de hacernos un lugar en el mundo.
No te equivoques, tu bienestar es tuyo y lo compartes con quienes te rodean, no son los que te rodean los que deben construir tu bienestar.
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