Por lo general, ni conocemos a los vecinos, o solo los "conocemos" de vista. Así ocurre a pesar de que estamos muy próximos y tenemos intereses en común, por ser parte del mismo vecindario.
A veces es por desinterés o porque hay vecinos que dan claras señales de no ser personas de buen trato. Pero -por lo general- es porque pensamos que saludar y acercarnos puede ser interpretado como curiosidad o abuso de confianza.
Pero ese distanciamiento humano no ayuda ni a ellos ni a nosotros. Contactar con ellos no significa invadir su privacidad física o emocional. Debería significar tener la oportunidad de saber nuestros nombres, saludarnos, sonreírnos y, por qué no, darnos una mano cuando haga falta.
Todo eso aumenta el bienestar.
miércoles, 18 de diciembre de 2013
PARA SENTIRTE MÁS FELIZ, HAZ MÁS CONTACTO CON TUS VECINOS .
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2 comentarios:
Lo mismo ocurre con los compañeros de trabajo o de estudio.
Acercarse a las personas puede darnos bienestar. Hacerlo, con prudencia y con buen criterio. Ya el Espíritu Santo nos dirá cuando "juntos en fraternidad, pero no revueltos".
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