Pero algunos miembros se comportan como si fueran personas extrañas, de tránsito por el hogar. No comparten, no aportan nada positivo, salvo quejas, exigencias y críticas. No ayudan ni material ni espiritualmente.
Cada persona en la familia tendrá su estilo y sus posibilidades de participación. Eso es entendible.
Lo que no puede entenderse es que miembros de la familia se porten como si no existieran. Peor aún, se portan de modo que perjudica a los otros.
Sé activo en tu familia, coopera con lo que te sea posible : ideas, apoyo, trabajo casero, haciendo economías, escuchando, con dinero para los gastos, con oración por los otros. Tú sabrás lo que está en tus manos hacer. Pero hazlo, por tu propio bienestar.
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