Ser único no quiere decir que soy lo máximo, quiere decir que no hay nadie igual a mí.
Existe una recomendación usual : no te compares.
Es una verdad a medias, porque casi es inevitable la comparación con cada ser humano con el que nos tratamos, es una especie de constatación de semejanzas y diferencias. Pero esa constatación debiera sernos estimulante y no frustrante.
Mi idea es : 1) que nos apreciemos en lo que somos y nos comparemos con nosotros mismos para logar los ideales que tenemos y que sólo podemos alcanzar de día en día.
2) Que mantengamos un espíritu de gratitud por lo que somos y tenemos, de modo que -al conocer a alguien que nos supera- lo hagamos sin tristeza, con la ilusión y la confianza en que , dentro de nuestro estilo, podremos ser o somos igualmente valiosos.
Compararme con buena gente siempre me ha hecho mucho bien.
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