A las personas nos cuesta hallar el justo medio. Nos vamos a los extremos.
O somos todo o somos nada. Somos imbatibles o somos casi inútiles. O somos buenos o somos malos.
Cierto es que tener un autoconcepto inflado, sustentado como castillo sobre arena, no sirve de nada, salvo para crearnos problemas.
Pero creernos poco o nada, descalificarnos, pensarnos incapaces, tampoco nos ayuda.
Si somos hábiles (aunque sea medianamente, porque nadie es hábil en todo) pero nos creemos inútiles, no nos sentiremos bien y tampoco las cosas nos saldrán bien.
Si confiamos en tantas cosas y en tanta gente, ¿por qué no confiamos más en nosotros mismos?
Constatar que podemos fallar o equivocarnos no es motivo para no creer en nosotros.
viernes, 6 de enero de 2012
PARA SENTIRTE MÁS FELIZ, CREE EN TI.
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