Autos, paseos, casas, son bienes, no son felicidad. Hay dichas mayores.
¿Cambiarías tu salud por el auto de lujo?
¿O a tus hijos, por viajar a Europa?
¿O uno de tus brazos por una casa más bella?
¿Tu dignidad personal por una cuenta bancaria?
O sea que hay bienes y bienes. Y , sin embargo, nos sentimos infelices añorando unos bienes y olvidando otros bienes que sí tenemos y que son mucho más importantes.
Esto te prueba que la felicidad no está en los bienes, que existen elementos más fundamentales para la dicha : la salud, la familia, los amigos, la vida misma (incluso sin salud plena).
Los bienes no estrorban, si se han conseguido honradamente.
Pero no alcanzan para dar felicidad.
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