Las personas que lo olvidan viven saciándose de ropa, joyas, lujos, comida, placeres, dinero.
Y a ojos inexpertos pueden parecer hasta felices, sin serlo.
Una persona feliz es equilibrada en todo. Aquella persona arrastrada por lo material está gritando en silencio que está vacía.
Saberse espíritu encarnado, viviendo en el tiempo y en el espacio, da serenidad y da perspectiva de vida.
Saberse un ser poseedor de espíritu lleva a buscar algo más, algo superior, algo que trascienda las limitaciones de la vida y la tierra, algo que nos ayude a entender todo lo que en esta vida nos resulta incomprensible.
Buscar una práctica religiosa, mejor aún, buscar fe en Dios, nos genera una vida más feliz.
viernes, 31 de agosto de 2012
PARA SENTIRTE MÁS FELIZ RECUERDA QUE TIENES ESPÍRITU .
viernes, 24 de agosto de 2012
QUEJARSE POR GUSTO .
miércoles, 22 de agosto de 2012
viernes, 17 de agosto de 2012
TODO TIENE UN PARA QUÉ .
viernes, 10 de agosto de 2012
PARA SENTIRTE MÁS FELIZ APRENDE A SER MENOS SOBREPROTECTOR .
Amamos a nuestros familiares, nos interesamos por ellos, nos preocupamos por ellos.
Pero sabemos que no podemos protegerlos más allá de ciertos límites. Sabemos que viven sus vidas y cometen sus propios errores.
Olvidarlo es condenarnos a sufrir constantemente.
Somos responsables, enseñamos, acompañamos, vigilamos y aconsejamos. ¡Pero no podemos hacer nada más por nuestros seres queridos!
Los peligros existen y la posibilidad de sufrir sus riesgos también existe. Tanto nosotros mismos como las personas que amamos estamos expuestos a ellos, ¡esa es la vida real!
Vivir angustiándonos no nos ayuda y tampoco ayuda a las otras personas.
Pero sabemos que no podemos protegerlos más allá de ciertos límites. Sabemos que viven sus vidas y cometen sus propios errores.
Olvidarlo es condenarnos a sufrir constantemente.
Somos responsables, enseñamos, acompañamos, vigilamos y aconsejamos. ¡Pero no podemos hacer nada más por nuestros seres queridos!
Los peligros existen y la posibilidad de sufrir sus riesgos también existe. Tanto nosotros mismos como las personas que amamos estamos expuestos a ellos, ¡esa es la vida real!
Vivir angustiándonos no nos ayuda y tampoco ayuda a las otras personas.
Si ya advertimos y si ya enseñamos, lo que nos corresponde es tratar de no perder la paz.
viernes, 3 de agosto de 2012
Visto en Internet, pero sin autor mencionado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)