Lo digo porque acostumbramos irnos a dormir pensando en lo que haremos mañana o lo que hicimos en el día. Si es satisfactorio, puede ser hecho. Pero a veces nos ponemos a hacer la lista de nuestras preocupaciones y tristezas. Y la ansiedad se apodera de nosotros. Y no sólo pensamos en los problemas nuestros sino en los de la familia, los amigos, la humanidad. Entramos en una espiral de pensamientos tristes o desalentadores y tenemos asegurado el insomnio o un pobre sueño nocturno. Dormir bien, dormir en paz, con la conciencia en paz, contribuye a nuestro bienestar corporal, mental y emocional.
Soy Psicóloga Profesional y Bachiller en Letras y Humanidades.
Me gradué en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Con amplia experiencia laboral en orientación, consejo y asesoría psicológicas.
Máster Profesional en Asesoramiento,Evaluación e Intervención Psicoeducativa, en Problemas de Conducta y Dificultades de Aprendizaje.
Diplomada en Terapia de Juego.
Especializada en Administración de Personal y Relaciones Laborales (ESAN).
Especialista en el Perú del Grupo ALBOR-COHS de España en el diagnóstico y tratamiento de trastornos por déficit de atención.
He sido profesora en la Pontificia Universidad Católica del Perú, Programa de Psicología.
Con amplia experiencia en comunicación radial: producción y conducción.
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