Cuando se tiene alrededor de veinte años se piensa que se será eternamente joven. Los mayores parecen ser un tema anecdótico y la adultez o la vejez están ubicadas en un horizonte en otra galaxia. La llegada de los años, siempre más rápida que lo imaginado, coge a la gente un tanto desprevenida y le causa no pocos temores. Y el mundo entero parece confabulado para equiparar juventud con felicidad. Pero eso no es cierto, cada edad tiene sus alegrías y sus problemas. Y la ventaja suele estar en el lado adulto : más conocimientos, más experiencia, más sabiduría de vida, más ganas de vivir con gozo cada hora del día. Así que, hagamos los ajustes que los años nos pidan hacer y sigamos para adelante. Además, como dijo algún bromista : si no envejecemos, ¿cuál es la alternativa que queda? A los que no les gusta la vejez, pues tendrán que morir jóvenes.
Soy Psicóloga Profesional y Bachiller en Letras y Humanidades.
Me gradué en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Con amplia experiencia laboral en orientación, consejo y asesoría psicológicas.
Máster Profesional en Asesoramiento,Evaluación e Intervención Psicoeducativa, en Problemas de Conducta y Dificultades de Aprendizaje.
Diplomada en Terapia de Juego.
Especializada en Administración de Personal y Relaciones Laborales (ESAN).
Especialista en el Perú del Grupo ALBOR-COHS de España en el diagnóstico y tratamiento de trastornos por déficit de atención.
He sido profesora en la Pontificia Universidad Católica del Perú, Programa de Psicología.
Con amplia experiencia en comunicación radial: producción y conducción.
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